Soñando en el Insomnio

 Hay emociones que no vuelves a sentir, emociones que solo una vez en la vida y ya. Esas personas que vienen a tu vida por un tiempo determinado y cuando se van, se estancan como si siguieran ahí cuando solo es su espeso recuerdo que habita en ti.  Canciones que aún después de algunos años retumban en tu corazón y te dejan ese amargo recuerdo en los labios, dejándote sin aliento. Esas fragancias que te hacen añorar los abrazos que alguna vez fueron paz, que fueron compresión.  Hay personas que dejan huellas grandes en tu memoria, emociones y sensaciones que nunca volverán. Después solo te enfocas en no pensar demasiado para no recordar, no extrañar y poder olvidar.  Después... no te queda nada más que seguir adelante, esforzándote para no volver a recordar.

Te he soñado por más de un año, te he llorado por tanto tiempo, eres un dolor en el pecho y un anhelo en el corazón. La culpa de ser tan cobarde, de no luchar por tu amor, cada noche te pienso y me arrepiento. Me duele el corazón y no creo poder dejarte ir ni de sentir esto, ¿y si este dolor nunca se va? Ahora sé que mi decisión no fue la mejor porque tu ya no volverás, porque nunca debí soltarte, no debí rendirme. Quisiera volver el tiempo atrás y ser valiente, luchar por ti, por mi, por nosotros. Te he perdido y sé que no volverás, espero algún día me puedas perdonar y que quieras estar conmigo otra vez. Nunca fue mi intención lastimarte, no vi las cosas desde el amor y ahí me fallo el corazón, me fallo la intuición. Pero mi amor, te dedico las madrugadas y las noches estrelladas, mis triunfos y mis sueños donde mi más grande inspiración eres tú, solamente tú. Así pues esperare hasta tu regreso, con la esperanza de sentirte otra vez a mi lado. 

Tenia todo bien planeado, lo suficiente para que yo lo notara. Calculó el lugar exacto para que yo lo observara, se acerco a mis amigos de la forma indicada, hasta que llegó el día de coincidir, de sólo dejarnos de sonreír y podernos decir algo más que un par de palabras.  Me observaba, lo noté, noté su sonrisa y sus ojos coquetos y acepté, dejé que me mirara, me escuchara y me analizara, para después mostrarme su interés, robarnos un par de miradas y con algunas palabras decir más de lo que significaban. Me observaba yo lo sé, así se ganó mi interés, coincidimos un poco más, lo suficiente para los labios juntar y nuestras manos tocar, coincidimos un poco más hasta que llegamos al inicio del final donde todo se complico y lo que "sentimos" se externo. Nunca supe si mentía pero siempre supe lo que quería, quería mi atención, no me quería a mi, pero aún así se la di y cuando se la di ya no supo ni que decir, así que mejor partí porque de estos malos amores yo aprendí a h

Para sanar un corazón roto hay que aplicar las mismas estrategias que cuando haces una dieta detox, dejas de escuchar la música que te recuerda a la persona, de ver películas o series que te hagan pensar en esos momentos compartidos, es una lucha constante para no caer en la tentación y no romper la "dieta". El primer paso para lograrlo es cortar todo desde raíz a la primera, borrando fotos, chat, videos, guardando cartas, peluches, guardando los marcos con las fotos de los dos, desaparecer todo rastro de que alguna vez esa persona piso tu planeta, hasta que sea dudoso el hecho de que estuviera ahí. Habrán momentos de flaqueza, donde  recuerdes el amor que sentías por esa persona, pero mejor afuera que adentro, por lo que es mejor pensar en ese amor y convertirlo en energía que se mandará a la persona que se intenta superar, solo así se irá sacando. Es recomendado llorar pero no todos los días ni en grandes cantidades, si bien es aplicado, servirá para volver ese aliento