MILLAS MARINAS

Había una vez en las aguas del pacifico un pez koi que andaba por ahí buscando un espacio en el océano en el que pudiera descansar, ya había recorrido varias millas marinas y estaba cansado de tanto aletear. Otros peces no podían creer lo que el pez koi quería pues los de su espécimen eran únicos e inigualables y muy difíciles de pescar, este pez nado y nado hasta sentir que encontraba su lugar en el océano, durante su viaje buscaba otro pez con quien viajar; primero busco a alguien de su especie, después a cualquier otro pez o ser marítimo que fuese buscando lo mismo que él, felicidad. Por desgracia este pez no podía encontrar a nadie para su viaje, así que lo realizo solo y decidir que iría a donde su destino lo llamara, las costas indicas, pues se entero que por allá estaba su habitad natural. Este koi al fin llego buscando su felicidad en el lugar, esperando encontrar a los de su especie, los encontró claro, pero aun que eran de su especie eran diferentes a él, estos otros no querían dejarse atrapar nunca, querían permanecer en un solo lugar y ser parte de un mito, pero este koi quería algo diferente, quería recorrer el océano completo, vivir en un lugar y dejarse atrapar para por fin dejar de ser un mito y poder ser una realidad, la realidad de un pescador o su propia realidad. Cuando decidió marcharse le costo mucho abandonar a su manada, pues bien sabia que seria difícil volver a verlos pero "valía la pena" porque buscaba su felicidad sin darse cuenta que la felicidad siempre estaba con él. Cuando el pez por fin llego a las playas europeas, se sintió solo, creía que se había equivocado, que debió escuchar a la manada, que era más seguro ser un mito que una realidad. Estuvo así varios días, casi al concluir el mes conoció una sirena "pérdida" que sabía donde estaba pero no tenia pensado regresar, ella le dijo que ser diferente y querer cosas diferentes no estaba mal, que luchar por los sueños y la felicidad era mejor opción  que esperar a que ellos lucharan por ti, que la soledad no existe pues siempre estarás contigo y que la felicidad va incluida en cada segundo de vida que Dios te regalaba, también le dijo que ser una realidad quizá seria difícil, tendría sus dificultades pues algunos pescadores lo querrían para su mesa o para poder ser eternamente jóvenes, pero otros simplemente lo adorarían y lo volverían una realidad palpable, después de las palabras de esta sirena el pez koi decidió buscar un pescador que no pretendiera hacerle daño sino solo conocerlo y conversar, y así intento algunos meses, varios pescadores intentaron cazarlo con otros fines pero koi no se dejo y se lograba escabullir aun que muchas veces vio el peligro; con los meses koi se canso y cuando pensó que volvería a casa, porque ahí también tenia parte de su felicidad encontró a otro pez de su especie, no buscaba lo mismo, ser real, solo buscaba cumplir sus sueños, juntos decidieron ir al atlántico y con ayuda de la sirena poder cumplir sus metas. Así fue, llegaron y la sirena los ayudo, koi fue visto en algunas ocasiones nadando muy tranquilo junto a su amigo, iluminando los días de muchos espectadores y llenando sus días de gloria y orgullo de ser lo que era y la idea de ser el mito más real le fascinó, se sintió en casa y dejo de huir, y así se dio cuenta que siempre había sido feliz, la diferencia es que ahora podía verlo porque se sentía completo y libre para ver su realidad. Koi murió muy viejo, fue uno de los peces más históricos del atlántico y dicen que cuando se ve un atardecer de colores es koi que anda a orillas de la zona, luciendo sus aletas tan esplendorosas.

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