El amante

Me mantengo al margen de tus labios, me abstengo de tocar tu piel, controlo mi respiración cuando estoy a tu lado, disimulo ante el publico, te vuelves uno más en  el lugar, para después poder alimentarme del dulce de tus labios rosas, para tocarte sin restricciones, para que robes miles de mis alientos, para dejar las apariencias a un lado, entonces, en una habitación sólo seamos dos desconocidos jugando a conocerse. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El febrero que lo conocí

Algún poder divino

Planificación